martes, 9 de febrero de 2010

Mal de ojo


Parece que a Pinoso le han echado mal de ojo. Algunos políticos están empeñados en dejar marcado a Pinoso para la historia.

Primero fue la planta de termólisis. Recién inaugurada una legislatura dos probos electos nos traen firmada al pueblo una planta de tratamiento de residuos derivados de la industria. Querían instalarla en lo que actualmente es la carpintería de José Luis Vidal. El pueblo responde de inmediato y hace recular la propuesta y donde dijeron digo, dijeron Diego.

Segundo fue la antena de telefonía móvil que los mismos "diegos" permiten colocar justo encima del depósito de agua potable en el Barrio de Santa Catalina. La Asociación de vecinos protesta y la antena al cabo del tiempo se traslada al Cabezo, junto a las ya existentes.

Tercero fue y es la planta de generación eléctrica situada a escasos quinientos metros del casco urbano, una distancia al menos superior que en la planta de termólisis que tocaba las viviendas, ignorando en ambos casos el RAMINP que marca una distancia mínima de dos mil metros. El pueblo desaprueba, incluso se crea Camí de Ruta como plataforma y el que consiente se retracta y a los tribunales. Sentencia condenatoria al cincuenta por ciento para los coho mil ciudadanos que se quedan como "el del tró". Y el día que se tenga que pagar: o ruina o...

Cuarto, y mira que es mala suerte, nos desayunamos un día que nuestro Cabezo es, de todos los lugares de España, el más idóneo para almacenar dos millones de metros cúbicos de crudo. ¡Qué crudo nos lo han puesto! De los ocho mil y pico municipios de la geografía nacional, alguien le ha echado un mal de ojo al nuestro y nos ha tocado ser el chivo expiatorio. ¿Se acepta? ¿Somos solidarios? ¿Es la ley del "ajo y agua"? Para almacenar residuos radiactivos hay seis millones de euros al año al que apechugue con el almacén. ¿Y para una reserva estratégica nacional de crudo no hay un chavo? Eso en el caso de que queramos ceder en el envite. De momento el pueblo no dice nada, de momento escucha.

Tal y como está Pinoso, con los presupuestos haciendo aguas, una compensación no vendría mal para seguir en la tónica de antaño. De ser el pueblo más rico de España, según decían, hemos pasado y pasaremos a ser un pobre de solemnidad pidiendo limosna a la puerta de Ministerios y Consellerías. ¡Una limosnita para el pueblo de la utopía! ¡Que nos han echado mal de ojo!

Quizá, para que no haya un quinto supuesto, a Pinoso habría que ponerle un lazo de color rojo para auyentar el mal de ojo.

1 comentario:

  1. lo del mal de ojo, es posible, pero yo conozco a una curandera..

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