Cuando en ti pienso
me pongo a temblar,
pues no sé cuantos trajes,
con intereses,
aún tendré que pagar.
¡Qué suerte tener amigos
valorados en un huevo…
o más!
La tela te regalan,
otra tela se llevan…
y en paz.
En este cambio pierde y paga,
el de siempre,
y aquí no pasa “na”.
Ante tales maravillas,
muchos hay que, asombrados,
aplauden a rabiar,
sin caer en la cuenta que,
mientras unos van trajeados,
ellos quedan, cual borregos…
esquilados.
Y es que el refrán ya lo explica:
“sarna con gusto, no pica”.
Y a más abundamiento
seguimos instalados
en supina ignorancia
gritando como antaño…
¡Vivan las “caenas” ¡
Y todos tan contentos.
Pero sigamos.
Recuerdo con tristeza
a quien por una gallina robar
la justicia vino a regalar
en sentencia firme y segura
traje a rayas de tela burda.
Aquí y ahora la cosa va
de tela fina de verdad,
fina cuando la poner
y más fina cuando la quitar.
Por todo lo relatado
y si justicia es ciega según dicen,
sorda y sin olfato yo añado.
Sorda por no escuchar
el silencioso clamor popular.
Sin olfato por no haber olido
lo que apesta… por podrido.
¡Hay San José bendito ¡
¡Hay Virgencita del Pilar¡
Cuándo nos vamos a librar
de las gentes de domingo a misa
y entre semana… a ordeñar.
Y a chupar, chupar y chupar,
de la teta, claro está…
sin parar.
Este aprendiz de poeta,
desde la pinosera Herrada,
os manda con simpatía
este simulacro de poesía.
No hay en ella interés oculto
ni encierra intención aviesa.
A modo de divertimento, solo trato,
de haceros sonreír un rato.
Pedro.
jueves, 13 de agosto de 2009
Un poema
Me ha llegado al correo de este blog un poema de Pedro Vidal que no me resisto a publicar aquí. Creo que el sentido de la crítica que transmite la poesía es bien claro pero dejo a los lectores que lo interpreten a su gusto.
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